- Escrito por Edwin Umaña Peña
- Publicado en Cómic y novela gráfica
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"El eternauta" de Héctor Germán Oesterheld y Francisco Solano López, primera gran novela gráfica latinoamericana
La vida del autor de “El eternauta”, Héctor Germán Oesterheld está marcada por la tragedia y brutal represión de la historia reciente de América Latina. Oesterheld y su familia, su esposa y sus cuatro hijas, fueron desaparecidos en su totalidad por el régimen militar argentino. ¿Por qué razón eliminar de esta forma tan cruel no sólo a un hombre sino a cinco mujeres? Una pregunta lejana para las generaciones de hoy, si se atiende al artículo "¿Qué significa (hoy) El Eternauta?" publicado por José Pablo Feinmann en el diario “Página 12” de Argentina.
De una y otra forma parece que la represión militar quiso borrar del tiempo a Oesterheld y su familia, curiosamente una de las obsesiones del autor que vemos desarrollada con lujo de detalles en “El Eternauta”. Este hecho, la desaparición del autor y su familia (cinco mujeres), hace inevitable trazar vínculos autobiográficos con el protagonista de “El eternauta”, Juan Salvo, quien tiene una esposa y una hija a quienes en ciertos momentos cree desaparecidas para siempre.
Héctor Germán Oesterheld y su familia
"El eternauta": apocalipsis en el Tercer Mundo.
"El eternauta" se publicó por primera vez en la Revista Hora Cero Semanal durante los años 1957 a 1959. Se trata de una extensa novela gráfica, de dos partes y más de 350 páginas. Nos habla del encuentro de un hombre de familia con un ser venido del futuro, quien le advierte de un cataclismo nuclear que se aproxima.
La obra es una distopía donde hay viajes en el tiempo y extraterrestres, en medio de una atmósfera radioactiva, en un relato que transcurre en un Buenos Aires apocalíptico. La ciudad latinoamericana es escenario de una gran novela gráfica, con un contenido fuerte en el que los ecos de la dictadura militar y la represión se sienten con fuerza. Hay aspectos políticos de fondo y un sentido de denuncia que son, seguramente, algunas de las razones que llevaron a los militares argentinos a asesinar y desaparecer a este artista y su familia.
La pesadilla nuclear y la bomba atómica
Hay un salto temático e ideológico de la primera parte de la obra a la segunda parte. En la primera parte son claras la preocupaciones por la bomba atómica. La obra es reflejo de una época en el que el riesgo latente de aniquilación mundial por un enfrentamiento bélico entre las dos grandes potencias del momento, Estados Unidos y la Unión Soviética, estaba a la orden del día. Son momentos en el que un mundo bipolar, impuesto por las ideologías dominantes de las grandes potencias, amenazaba con acabar con el planeta entero y con hacer de los países menos desarrollados, o del tercer mundo, la carne de cañón con la cual poder mostrar la dimensión de su poderío y amenaza.
A partir de esta perspectiva podemos ver una clara intención de mostrar ese tercer mundo como escenario en “El Eternauta”. Las calles de la ciudad de Buenos Aires conforman el espacio donde los personajes se mueven e interactúan. Juan Salvo y sus amigos deben descubrir, poco a poco, qué es lo que está pasando. Y lo que está pasando tiene que ver con una invasión extraterrestre que ha hecho del sur del continente un lugar arrasado donde sólo unos pocos sobreviven. Ellos descubren que están solos y que sobrevivir sólo depende de ellos. El Tercer Mundo se sabe defender y esa defensa es, como lo afirmaba el autor, un asunto de la unión de muchos héroes, no de uno sólo.
Batalla en el estadio Monumental de equipo de fútbol River Plate, en "El eternauta"
Ciencia ficción y solidaridad en la distopía suramericana
Por otra parte, hay una serie de explicaciones científicas, complicadas para el público, que el autor resuelve gracias a la presencia de Favalli, quien es el personaje que a través de su conocimiento entiende lo que está ocurriendo. Hay muchos elementos de la ficción relacionadas con las investigaciones y descubrimientos científicos en boga en aquellos días, y que siguen vigentes, como la hipnosis, el control mental, los soldados robots, los viajes temporales, las enormes máquinas de guerra o el dominio de animales con fines bélicos. Favalli es quien entiende lo que sucede, quien resuelve las dudas acerca de lo que ocurre con la nieve, quien advierte sobre la lucha por la supervivencia que se desata entre quienes no han muerto y es además el estratega militar que guía a todos hacia las efímeras victorias.
Es decir, vemos al Tercer Mundo como fuerza colectiva, que se une en un objetivo heroico, derrotar a los invasores, a pesar de que es una lucha desigual. Pero es un Tercer Mundo que también tiene en sus manos el conocimiento, lo cual es muy importante. Hay una actitud solidaria, fraterna que enfrenta además otro peligro, las bombas atómicas que lanzan los países industrializados para aniquilar a los invasores. Entonces, el heroísmo e integridad, esas características de los superhéroes de la primera etapa del cómic, ahora son reemplazados por las acciones colectivas de seres humanos normales, comunes y corrientes, ciudadanos del Tercer Mundo.
El modelo patriarcal de los años 50
En medio de esta gesta las mujeres también tiene su representación cuando Juan Salvo regresa a su casa y encuentra a su esposa y a su hija inconscientes. En esta primera parte de “El eternauta” la figura de la mujer es casi que decorativa. Están presentes como representación de miembros de la institución familiar tradicional, pero son entes pasivos, dependientes y asustadizos que están a cargo del padre, de Juan Salvo. Mientras los hombres son personajes de acción, poseen el conocimiento, los dos personajes femeninos son personajes pasivos que se desmayan en el momento del peligro. Son, más bien, figuras que le recuerdan a Juan Salvo sus obligaciones de patriarca y que responden al modelo patriarcal vigente en ese momento, los años cincuenta: la mujer como madre o hija que se queda en casa mientras el hombre sale a luchar.
"El eternauta", segunda parte: asesinato y desaparición, la pesadilla de la represión militar
En la segunda parte esto cambia un poco. Publicada a color, en 1976, de nuevo tenemos al guionista y al dibujante originales, Oerterheld y Solano López. El enfoque de la narración toma otro rumbo y también refleja el difícil momento histórico que se vivía, ahora la historia refleja la pesadilla de la represión militar que en esos momentos se vivía en el Cono Sur latinoamericano. Aquí el lector se encuentra a un personaje femenino que lucha y se enfrenta al enemigo, se trata de María, que vive en las cuevas con los demás sobrevivientes y se enfrenta a los zarpos, los invasores que han sobrevivido al desastre atómico, quienes los esclavizan y explotan. De nuevo hay una lucha desigual porque el invasor posee la tecnología y las armas, pero ya no es un enemigo superpoderoso e indestructible.
Las figuras femeninas en "El eternauta"
En el documental “Oesterheld, Solano López y el Eternauta” se hace una interpretación sobre la segunda parte de la obra y la relacionan directamente con los acontecimientos del momento. En el documental se afirma que los “zarpos” representan a las fuerzas de represión de la dictadura argentina y que los hombres de las cuevas son una proyección de quienes lucharon contra los militares, es decir, el grupo clandestino los “Montoneros”. A partir de esta propuesta de acercamiento se puede inferir que el autor involucra la figura femenina dentro de la lucha que sostienen los hombres de las cuevas como un reflejo del relevante papel que la mujer ha adquirido y reivindicado en los años setenta, en pleno auge del feminismo.
La mujer ahora lucha, enfrenta peligros, toma las armas y sale a enfrentar al opresor. María es una mujer joven, valiente y arrojada, aunque la lucha final siempre la lleva acabo un hombre, Juan Salvo. Por el contrario, la esposa y la hija de él mantienen un perfil discreto, bajo el enfoque de figuras de familia, y le sirven al autor para mostrar el sacrificio heroico del protagonista: hacia el final del relato prefiere salvar a la comunidad de las cuevas antes que a su familia. Hay que destacar también que el propio autor se pone como protagonista en la segunda parte, lo que imprime a esta obra de un carácter posmoderno.
"El eternauta", cuya primera parte fue publicada en 1957, es la primera gran novela gráfica latinoamericana, con una propuesta de autor sólida, alejada de las historietas tradicionales de super héroes, muy en boga en el momento de la publicación de la primera parte. Podría llegar a afirmarse también una de las primeras novelas gráficas a nivel mundial, si consideramos que esta vertiente, el cómic independiente, se comenzaba a gestar en ese momento en Estados Unidos.
Edwin Umaña Peña
Escritor, guionista y docente universitario.
Autor del libro de cuentos "Amor Sexo Decepción" (2021) y de la novela "La conspiración de los farsantes" (2017).