Los orígenes de la industrialización y la ingeniería química en Colombia

La industrialización colombiana comenzó con paso firme a finales del siglo XIX, cuando en Europa y Estados Unidos la revolución industrial andaba a toda máquina. La aparición de la figura del ingeniero en el proceso de industrialización colombiano fue fundamental, los primeros que hubo en el país fueron extranjeros que llegaron a montar fábricas. Pero también aparecieron ingenieros colombianos que estudiaron en el exterior y regresaron al país a asumir los negocios familiares. Esto implicó transformar las manufacturas artesanales de sus familias en fábricas modernas.

 

Los antecedentes prácticos de la Ingeniería Química en Colombia están relacionados principalmente con el impulso dado por la industria, que en su evolución natural requirió de la presencia, cada vez mayor, de especialistas y profesionales con conocimientos específicos. Estos especialistas debían sołucionar los problemas presentados en los procesos de producción y, además, contribuir eficazmente al crecimiento natural de las empresas, participando en los procesos de expansión y ampliación de sus capacidades productivas. 

 

A finales del siglo XIX se empezó a presentar un cambio fundamental en la actividad industrial del país, que en ese entonces era desarrollada principalmente en talleres artesanales con predominio del trabajo manual. Este cambio se dio con el desarrollo de los mercados regionales y el establecimiento de talleres mecanizados, los cuales obligaron a traer técnicos e ingenieros extranjeros para la instalación, funcionamiento y reparación de los equipos.

 

Al mismo tiempo estos técnicos e ingenieros extranjeros fueron formando una clase de técnicos colombianos, que se hicieron con la experiencia productiva. También se dio la llegada de un numero menor de colombianos que estudiaban en el exterior, los primeros ingenieros colombianos. 

En la Región Antioqueña la expansión cafetera permitió que se dieran nuevas divisiones del trabajo y el establecimiento de factorías semi-artesanales, pequeñas industrias mecanizadas y establecimientos manufactureros. Estos establecimientos cubrían las necesidades de consumo de la población y las que se presentaban en la producción del café.

Por otra parte, la minería del oro y la plata del siglo XIX posibilitó la venida al país de técnicos que llegaron a trabajar en empresas mineras como "El Zancudo", donde estuvieron técnicos alemanes. También produjo el regreso de algunos colombianos que estudiaron en el exterior como el Químico Metalúrgico Vicente Restrepo y los ingenieros de Minas y Químicos Tulio y Pedro Nel Ospina, este último sería Presidente de la República en 1922. Pedro Nel Ospina simboliza la conjunción entre el conocimiento especializado y el poder político, algo que va a afectar desiciones fundamentales para el desarrollo industrial colombiano, como se verá en casos como el de Ecopetrol o Acerías Paz del Río. 

 

Algunas ferrerías trajeron ingenieros y químicos, como la Ferrerçia de Samacá, donde llegó el Ingeniero Civil y Químico Thomas D. Brown. En Amagá, Antioquia, llegaron técnicos e ingenieros ingleses y franceses,La Ferrería de Amagá luego fue dirigida por ingenieros de minas colombianos, como el mismo Pedro Nel Ospina, Antonio J. Álvarez y Juan de la Cruz Posada.

 

Los ingenieros antioqueños de la Escuela Nacional de Minas, fundada en 1888, fueron fundamentales en el desarrollo de la minería del oro y la plata en esta región. También posibilitaron el mejor ejercicio de las ciencias químicas en el desarrollo de estas actividades.

 

En esta región, el desarrollo a nivel industrial de los procesos de producción del azúcar trajo consigo la llegada de especialistas extranjeros. Se destacó en especial el papel innovador del Ingenio La Manuelita, que fue el primero en ser accionado completamente a vapor y en el que se dio especialmente el tránsito de hacienda azucarera a ingenio. Para esto fue necesaria la presencia del Técnico Azucarero británico Mr. D.C. Adamson y del Técnico Mecánico escocés Mr. Dalziel.

 

El papel fundamental en la llegada de técnicos especialistas, en esta región, lo ejercieron los astilleros y talleres de reparación de embarcaciones, tanto fluviales como marítimas. La llegada de ingenieros mecánicos norteamericanos y británicos fue importante para el montaje y reparación de las máquinas de vapor que movían las embarcaciones y a las que, posteriormente, se les fue dando otra clase de empleos para el movimiento de maquinaria industrial. En la novela "El amor en los tiempos del cólera" se aprecia esta transformación, con la llegada de los barcos a vapor y la empresa fluvial que terminó dirigiendo el personaje principal de la novela, Florentino Ariza.

 

Igualmente, el incremento del comercio permitió el establecimiento de fábricas, fundadas por comerciantes, para la producción de hielo, tejas, aceite vegetal, velas, jabones y desmotadoras de algodón, entre otras. Esto trajo la llegada masiva de técnicos que participaron en el montaje y mantenimiento de la maquinaria y permitió que se formaran técnicos colombianos en la práctica, quienes fueron reemplazando a los extranjeros.  

Pero es en Bogotá donde se encuentra el antecedente mas próximo al Ingeniero Químico, cuando el alemán Leo Kopp construyó la primera cervecería a escala apreciable, la Cervecería Bavaria, con equipos y técnicos modernos. En 1891 se inauguró la fábrica, la cual tuvo que ser ampliada a más del doble de su producción tan solo cuatro años después.

 

 

Para esto, el señor Leo Kopp trajo al país ingenieros, técnicos y en especial maestros cerveceros, entre los que se destaca el checoslovaco Rudolf Kohn, quien en 1903 fundó su propia cervecería, la Cervecería  Germania. Rudolf Khon diseñó y montó la cervecería, realizó pruebas y perfeccionó el proceso, ejerciendo una labor que es el antecedente más parecido a lo que es el ejercicio de la Ingeniería Química hoy en día.