"El ladrón de palabras" de Nathalie Minne

Un personaje enigmático, el ladrón de palabras, sale cada noche cuando “la luna alumbra el camino”. Un niño, un mago, un ser misterioso, que ataviado con una capa negra, un gorro de dos picos y una larga bufanda, trepa por los tejados pescando palabras con su red. Palabras que se evaporan en el silencio de la noche a través de las chimeneas, emergiendo por la ventanas, esfumándose de entre los labios. Las más bonitas de todas las que se usan para contar historias a las niñas y los niños.

 

Cargado de palabras tiernas, palabras llenas de ira, palabras largas, palabras viajeras, el ladrón vuelve a su casa y hace un esfuerzo por recortarlas, organizarlas y colocarlas en su frasco de cristal correspondiente. Una enorme estantería llena de decenas de tarros con todo tipo de clasificaciones de vocablos: “palabras difíciles, palabras de circo, palabras feas...” son su gran tesoro. Luego como un alquimista de letras las combina en fórmulas inventadas: dos palabras largas, una suave, una picante... y así crea historias que le cuenta a los animales. Aunque intenta pasar desapercibido, una noche un niño lo ve desde su ventana y lo saluda, el ladrón, quien se asusta al sentirse observado, cae al suelo; pero el niño lo ayuda y comienza una hermosa amistad. Y es cuando en uno de sus vuelos nocturnos conoce a una niña con la que se queda sin palabras...el ladrón sale a robar nuevas palabras: “palabras de amor”. 

 

 

La editorial Edelvives se encarga de traducir a Nathalie Minne, una ilustradora y autora, nacida en Caux, al sur de Francia; un poético lugar entre el Sena y el mar, rodeado de acantilados, cubierto con trigo y prados verdes. Esta artista se traslada a París donde se forma en la ESAG, Escuela Superior de Artes gráficas, y después realiza talleres de diseño gráfico.

 

 

Su estilo es muy particular y característico y resulta de la mezcla varias técnicas. Son ilustraciones de gran formato, 60 x 50 cms realizadas con collage en las que utiliza pasteles, lápices de colores y el linograbado para hacer diversos materiales que posteriormente corta, monta y pega. También juega con diferentes texturas de papel. “Me encanta esta técnica que consiste en la organización de formas, colores y materiales en un espacio dado, a pesar de que no parecen encajar en un primer momento. Contar una historia con todo este material se convierte en un verdadero juego“, afirma la autora en su blog personal. 

Un libro que encanta a las pequeñas y pequeños por sus interesantes dibujos, sus misteriosos personajes, y su atractiva historia. Una oda al mundo de las letras, la profundidad del significado de las palabras, el sentido de la vida, la comunicación, la amistad y el amor. Altamente recomendable por su acabado artístico, hermoso contenido e interés que muestran las y los más pequeños.