- Escrito por Héctor A. Calderón B.
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"El capitán" de Robert Schwentke (2018)
La cantidad de películas, cómics, video juegos, y libros que se han escrito sobre la Segunda Guerra Mundial podrían alimentar una vasta feria del libro o un extenso festival de cine dedicado exclusivamente al tema.
Los productores audiovisuales y empresas del sector editorial de Europa y EEUU se han encargado de alimentar una predilección histórica por la Segunda Guerra Mundial por parte de la audiencia y los lectores.
Son pocas las series de televisión, los largometrajes, y libros que abordan con el mismo deleite mercantil otros conflictos del siglo XX.
La Segunda Guerra Mundial: un fantasma no exorcizado para los europeos
Para los artistas europeos en especial los alemanes y franceses; el asunto de la Segunda Guerra Mundial es un lugar recurrente al que se vuelve para confrontar los fantasmas de un pasado cruel no exorcizado por completo. Y es, justamente una de esas propuestas la que reseñamos en esta ocasión.
Una historia inspirada en hechos reales y enmarcada dentro del género bélico; el largometraje "El Capitán" ("Der Hauptmann") (2018) cuenta la historia de un soldado desertor alemán en la agonía de la Segunda Guerra Mundial. Escrita y dirigida por Robert Schwentke, el filme centra su foco narrativo en Willi Herold, un soldado de 19 años que huye de la implacable Schutzstaffel, la temida SS Nazi.
El director abre su película con gancho argumental muy dinámico donde el protagonista es casi menos que una rata que intenta escapar de una fiera cacería mortal. Pero ese el es menor de sus problemas, por razones del azar, un Deux ex Machina muy verosimil y eficaz, lo llevan a tomar prestado el uniforme del cadáver fresco de un capitán nazi.
En las botas del otro: la pérdida de la humanidad
Uno de los principales giros del relato surge cuando el soldado decide no solo vestirse de oficial para escapar de la persecución, sino que el uniforme que luce lo catapulta a una severa y progresiva transformación de su personalidad. El versátil actor alemán, Max Hubacher, le da vida a un personaje complejo, lleno de fuerza y odio, en un palpitante pulso por evitar reconocer lo que es: un ser humano desprovisto de toda humanidad.
El otrora soldado, ahora todo un flamante capitán; asume el mando de un campamento nazi para cumplir con el deber que su rango le impone: aceitar con sangre de soldados desertores la mortifera maquinaria nazi. El desertor castigando la deserción sería la premisa que contiene una de las tantas cargas irónicas que el director Robert Schwentke, revela a lo largo del relato.
El resurgimiento de la extrema derecha en Europa, ¿pandemia nazi?
El filme plantea en el subtexto un cuestionamiento alemán a un problema muy alemán. El resurgimiento de la extrema derecha en Europa hacen que Alemania esté bajo la mirada de la crítica mundial que, con preocupación, apenas puede creer que los fantasmas del pasado estén de regreso.
Y es que desde hace un par de décadas el pequeño brote del virus neonazi, se mutó hasta expandirse en un contagio expresado en el nacimiento de númerosos grupos radicales a lo largo y ancho de la Europa Occidental. Colectivos que van más allá de la retórica y han consolidado acciones terroristas que han encendido las alarmas en la sociedad alemana.
Un certero uso del blanco y negro que recuerda al "expresionismo alemán"
La pertinencia de la película "El Capitán" le imprime un valor crítico excepcional al relato. No es una simple buena historia, ni otro largometraje bélico financiado por la juderia de los grandes estudios de Hollywood, no es un taquillazo de Spielberg con grandes efectos y estrellas del star sistem gringo. Hay un relato honesto, con una carga metafórica en la imagen, con una certera cinematografía a blanco y negro, donde es inevitable no rememorar los años dorados del cine expresionista alemán.
Cine de autor no cultureta
El largometraje exige al expectador la disciplina —no alemána, ni espartana— propia de una película europea. No es para el público que busca artificios de fotografía o deslumbrantes trabajos del departamento de arte. Tampoco explosiones y campos minados donde estallan los altos presupuestos que consumen los encargados de esa pirotecnia llamada efectos especiales.
En "El Capitán" no hay fuego fatuo, es una de esas películas que persiste en el cerebro del espectador una vez ha dejado la sala de proyección. La riqueza de su guion, la acertada cinematografía, la complejidad de sus personajes, y la elocuentes metáforas visuales, hacen de "El Capitán", una huella impresa con terror y preocupación en los ojos de la audiencia de la apocalíptica primera década del siglo XXI.
"El Capitán" de Robert Schwentke, ganadora de 23 premios y 19 nominaciones.
A continuación el trailer:
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Héctor A. Calderón B.
Escritor, guionista y docente universitario.
Premio Nacional de Guión 2010.
Ministerio de Cultura, Colombia.