“Agosto” de Rubem Fonseca: novela política y novela negra

En el 1990 el escritor brasileño Rubem Fonseca publicó la novela “Agosto”. Con esta obra se consolidaría como uno de los grandes escritores latinoamericanos y lo llevaría a ser conocido a nivel mundial. Esta obra recibió elogios unánimes de la crítica y una gran acogida por parte de los lectores. El gran éxito de la novela llevó a que en 1994 la cadena O Globo realizara la serie de televisión, muy exitosa en Brasil.

 

Se trata de un híbrido entre novela política y novela negra, ya que cuenta los últimos días del gobierno de Getúlio Vargas, el gran líder político del siglo XX en Brasil, cuya caída fue precipitada por el intento de asesinato del periodista Carlos Lacerda. Getulio Vargas se suicidó antes de ser derrocado.

 

El autor va un poco más allá de lo planteado en obras anteriores y propone un relato donde hay dos ejes narrativos: uno con referencia al hecho histórico, el crimen que llevó a la caída de Getúlio, y otro con referencia a la ficción, vinculado a una serie de crímenes que debe resolver el comisario Alberto Mattos. Es decir, el crimen es un leitmotiv bajo el cual está organizado el material narrativo.

 

 

El esquema de la figura superior se plantea a partir de los aspectos comentados anteriormente, en "El género negro en la literatura, sus características y parámetros". En este caso se ve que en "Agosto" se duplican los factores que intervienen en la configuración de la novela negra, ya que hay un hecho histórico que se fusiona con la ficción. 

 

 

Hay dos crímenes, uno político, que corresponde al hecho real y que se resuelve, precipitando la caída del gobierno de Vargas; y otro pasional, que corresponde a la ficción y no se resuelve, por el contrario lleva a la muerte del personaje principal, el comisario Mattos.

En esta novela se indaga en los mecanismos de la corrupción de las instituciones y sus vínculos con el crimen organizado. Esto abarca toda las estructuras políticas y económicas, van desde el círculo cercano al presidente Vargas, pasando por senadores y empresarios hasta llegar a la comisaría donde trabaja Mattos, ya que la policía está infiltrada por la mafia del “juego del bicho”, una red de juego ilegal cuyos tentáculos se extienden hasta la cúpula política. Es decir, la corrupción es un estado general del que sólo escapa el Comisario Mattos, quien se niega a recibir dinero. 

 

La figura del investigador, Mattos, propone una visión ética que está condenada en medio de la situación general. Representa el fin de una época que tiene su punto final con el suicidio de Vargas. Aquí se fusionan la novela negra y la novela política. La narración detallada con la que el que el autor relata la conspiración que lleva a la caída del gobierno, es un ejemplo magistral de la forma en que la novela negra puede estar inserta en otros subgéneros.

En medio de esta fusión entre lo histórico y la ficción, Fonseca toma un personaje de la historia brasileña, el senador Víctor Freitas, y lo lleva a la ficción. Este personaje se mueve en el relato entre lo ficcional y lo histórico, ya que está vinculado con los dos ejes del crimen. Al mismo tiempo es uno de los personajes principales en la trama política que narra la obra: la caída de Getúlio Vargas y las conspiraciones por el poder. Estas conspiraciones están vinculadas también con con el poder empresarial y la corrupción.

 

El senador Víctor Freitas es la contraparte de Mattos, es un personaje sin escrúpulos, ambicioso, que no duda en cambiar de bando político, traicionar a su antiguo aliado, el Presidente Vargas, y ordenar asesinatos según su conveniencia. La mirada del autor se hace evidente cuando al final Mattos muere mientras Freitas logra vincularse al gobierno siguiente luego del suicidio de Getúlio Vargas.

 

 

Las víctimas también están en cada uno de los ejes. En el histórico está el periodista Carlos Lacerda, quien sufre el atentado ordenado por el guardaespaldas de Getulio. Este crimen logra ser resuelto pero gracias a la intervención del ejército, ya que la policía es ineficiente. En el eje de ficción están los asesinatos del empresario Paulo Gomes Aguiar, el del portero del edificio, testigo del crimen, y el del comisario Mattos.

 

Es evidente que en “Agosto” el género negro da un paso adelante para fusionarse con la novela política. Es el aporte que Rubem Fonseca le da a esta vertiente narrativa, tan importante en América Latina.

 

A continuación el primer capítulo de la serie "Agosto" (1994), producida por la cadena O Globo.