- Escrito por Edwin Umaña Peña
- Publicado en Novela
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"El seminarista" de Rubem Fonseca: decepciones y venganzas de un asesino culto
"El seminarista" es la última novela del escritor brasileño Rubem Fonseca publicada hasta el momento. Aparecida en el año 2010, en ella Fonseca, uno de los grandes exponentes de la novela negra latinoamerica, vuelve al universo del crimen en medio de la fascinante y cruel atmósfera de la ciudad de Rio de Janeiro.
Es una novela donde el autor brasileño reincide en temas y tópicos que ha explorado en la última etapa de su producción literaria. Gracias a la publicación posterior de sus memorias, llamadas "José" (las cuales tuvieron un adelanto previo en el último capítulo del libro de crónicas "La novela murió", publicado en el año 2005) podemos ver en ellas, además, la proyección aspectos biográficos que enriquecen, aún más, la compleja y rabiosa visión de mundo del autor.
Un asesino lector
"El seminarista" cuenta la historia de Zé, es decir, José, un asesino que realiza trabajos que le encarga un sujeto llamado El despachante. Zé es una persona especial, no sólo porque tiene una código moral propio bajo el cual realiza su trabajo, sino porque es una persona con una gran cultura clásica, amante del latin y de textos antiguos, de autores clásicos de Grecia y Roma, que cita constantemente. Un asesino cuya máxima afición es la lectura, que mira el mundo a través de la literatura clásica y que, al igual que otros personajes de Fonseca, guarda un gran resentimiento por los burgueses y la alta sociedad carioca, a quienes considera personas vulgares y corruptas que merecen ser ejecutadas.
Zé nos cuenta su vida cotidiana y su pasado, en especial los años en que estuvo en el seminario, pues quería ser cura para complacer a su madre. Después de la muerte de ella Zé abandona el seminario, motivado por la fuerte atracción que siente por las mujeres. El universo de Fonseca aquí retorna a sus temas usuales: violencia, crimen, sexo, lujuria y, por supuesto, la sociedad carioca y la ciudad de Rios de Janeiro.
No se puede huir del pasado
Mientras nos describe sus últimos trabajos Zé decide retirarse de su oficio de asesino. Ya tiene suficiente dinero para vivir bien y ya está harto de asesinar gente que merece morir. En ese momento conoce a Kristen, hija de inmigrantes alemanes, de quien se enamora. Todo parece ir bien, pero para un asesino, huir del pasado es algo imposible. Muy pronto Zé descubre que lo están buscando para eliminarlo.
A partir de este momento Zé tiene que investigar quién ha dado la orden de matarlo y porqué, y es así como descubre que Kristen es hija de El Despachador. Este le revela que quien lo busca es un antiguo cliente, que sospecha que Zé sabe demasiado, y quiere asesinarlo. Este cliente, un personaje de la alta sociedad, al parecer pertenece a una compleja red de tráfico de drogas, lavado de dólares y empresas fachada. Fonseca retorna al espacio donde mejor se mueve: mujeres elegantes, esposas de políticos y empresarios oscuros, hartas de sus maridos, que se divierten buscando sexo con otros burgueses o tránsfugas ascendentes en fiestas lujosas donde se habla de libros, de arte o de cualquier banalidad mientras se disfruta de grandes lujos.
Una élite corrupta que disfruta de la corrupción
Tenemos aquí un mundo corrupto entregado a las aparicencias, a la superficialidad y degradación ética, que ya no se cuestiona, que vive tranquilamente aparentando sofisticación mientras su sustento viene del crimen y los negocios ilegales.Esto es lo que caracteriza el universo de Fonseca en su última etapa: ya no están esos personajes que se oponen a este estado de las cosas, que intentan que algo de la justicia pueda recomponer la degradación, así sea en vano. La justicia, si la hay, se da por la via del asesino, que no duda en ejecutar a sus víctimas porque sabe que se lo merecen. El asesino es el justiciero, la moral del asesino es la que da la medida del universo ético en la obra de Fonseca: no matar niños o mujeres.
En "El seminarista", entonces, tenemos una nueva variación del universo fonsequiano: el asesino se transforma en investigador, en el detective que tienen que descubrir quién lo va a matar. Es, así mismo, quien imparte justicia en un mundo, una sociedad, donde la "justicia oficial" es sólo para los pobres que roban o matan por hambre, mientras la élite burguesa vive a sus anchas gracias al crimen.
Rubem Fonseca y Gabriel García Márquez, en la entrega del Premio Juan Rulfo, otorgado al escritor brasileño en el año 2003
El asesino - escritor
En sus memorias, tituladas "José", José Rubem Fonseca nos cuenta que de niño su madre lo motivaba para ir al seminario, y él lo pensó seriamente. Esto nos hace reflexionar en el protagonista de la novela, un ex-seminarista, amante de la literatura clásica, quien nos cuenta el relato. Es decir, un asesino - escritor. La lectura se enriquece y puede proyectarse a intentar descifrar de dónde Fonseca alimenta su universo.
Fonseca no olvida el elemento trágico, propio del género negro. De esta forma Zé también debe pagar por lo que hace y por esto la persona que más ama es asesinada y él, el seminarista, toma venganza sin pensarlo dos veces. Al final del relato Zé retorna a su oficio: escapar de este mundo es imposible, como para los lectores lo es dejar de leer una novela de Rubem Fonseca.
Edwin Umaña Peña
Escritor, guionista y docente universitario.
Autor del libro de cuentos "Amor Sexo Decepción" (2021) y de la novela "La conspiración de los farsantes" (2017).